Regió7 – 23 de abril de 2007

Cerca de un millar de personas asistieron ayer a la inauguración del Memorial del Ejército Popular de Pujalt, una zona musealizada a partir de la recuperación del campamento republicano que en 1938 se instaló en Pujalt. El acto contó con la presencia del consejero Saura y de uno de los soldados que vivió en el campamento.

EVA RIPOLL / Pujalt

El alcalde de Pujalt, Antoni de Solà, explicaba ayer que el Memorial del Ejército Popular de Pujalt «es un homenaje a un testigo del montón de historias personales que convivieron en la base de instrucción creada por el XVIII Cuerpo de ejército» en el 38 en este municipio de la Alta Anoia. Después de cinco años de trabajo, Pujalt ha recuperado los restos de aquel campamento para mostrar cómo vivían los soldados republicanos.
A la inauguración asistieron Manel López, que había sido soldado en el campamento republicano. Explica que guarda un buen recuerdo de su estancia en el campamento: «pasé tres meses después de pasar por los frentes del Ebro y del Segre, de quedar herido y pasar por algunos hospitales, y ahí estuve casi de vacaciones. yo fui uno de los que construimos la base, donde nos recuperábamos para volver al frente hasta que oímos las tuberías y tuvieron que evacuar el pueblo «.
La multitud que asistió al acto, así como el consejero de Interior y Relaciones Institucionales, Joan Saurio, pudo ver ayer los restos recuperados de lo que había sido la vida de Manuel López y sus compañeros en Pujalt. El memorial se estructura en dos rutas. Primero, hicieron un recorrido señalizado por las calles de Pujalt, donde había distribuidos los diferentes servicios de la base entre las edificaciones existentes en el año 1938 y conservadas hoy, como el hogar del soldado, la vivienda del comandante, el taller de reparación de vehículos, los almacenes de intendencia y de ropa, el hospital, el centro cultural, las oficinas militares, la casa de refugiados, la prisión, la biblioteca y la zapatería.
Los presentes también pudieron hacer la segunda ruta terminada en el bosque de los Obacs, donde visitaron barracones, letrinas, el interior de refugios antiaéreos, de polvorines, tiendas de campaña de tipo suizo -còniques-, defensas antiaéreas con búnker de guardia y municionamiento, trincheras y el emplazamiento de una ametralladora antiaérea o viviendas semienterrados.

Nuevos trabajos
El alcalde señaló que estos recorridos son sólo la primera fase del Memorial del Ejército Popular y adelantó que este verano continuarán los trabajos durante dos meses para recuperar más refugios y barracones. Igualmente, el próximo año prevén poner en marcha una nueva fase del memorial, que debe culminar con la construcción de un centro donde haya una exposición permanente de material y espacios para la realización de actividades didácticas y de investigación.